Los ojos y las manos del jesuita Diego de Rosales. Un retrato editorial entre América y Europa. Siglo XVII

Contiene: --Capítulo I. Entre los vivos y entre los muertos. 1) Misionero, escritor, anticuario. 2) La invención de la misión: Arauco Villadolid. 3) Sin manchas de sangre. --Capítulo II. La medida del mundo en la historia general. 1) Intertextualidad: Ovalle y Rosales. 2) Guerreros, arrepentidos, transgresores. 3) Descifrar el flandes indiano. --El jesuita como autor.

Los ojos, se convierten en la mirada del misionero, el que vio, el que recorrió, el que intentó comprender, el que se equivocó. Es la perspectiva del jesuita evangelizador que enfrentaba una batalla global entre Dios y el diablo, son sus anteojeras para entender los procesos de cristianización entre los indígenas de la frontera meridional del virreinato peruano, de comprender el bien y el mal, los ojos del protoetnógrafo que comparaba las ritualidades indígenas con sus propias formas de conocimiento (religiosas, clásicas, históricas), pero también los ojos que consideraba que muchas veces era “justo” hacer la “guerra justa” a los “bárbaros” sin “policía”. Son los ojos del educador y del administrador, pero también del polémico y, quizás, del ávido de poder. Son los ojos del que quiso regresar a Europa como procurador pero que muere lejos de su familia y de su tierra, pero cercano a su nueva realidad.