Francisco Javier Rosales Larraín : personaje irreverente e ilustrado, Decano de los diplomáticos en París

Por:

Fernández Daza, Raúl

Tipo de material: Texto

TextoIdioma: Español Detalles de publicación: Santiago ; Ril Editores ; 2013Descripción: 191 pISBN:

9789560100375

Tema(s):

Resumen: El autor de este libro quiso romper ese silencio y rescatar la vida de una figura con la que, por su dedicación a la diplomacia, sintió una espontánea y natural vinculación. Creo que también pesó en su determinación –aunque tal vez de manera inconsciente– la particularidad de que los diplomáticos, al desempeñarse en una actividad que se ajusta en parte a convenios, declaraciones, tratados y acuerdos forjados a lo largo del tiempo, aprecian el valor de la historia diplomática. Es posible que esta familiaridad con ella sirva para entender la valentía intelectual con que Fernández Daza se aventuró en el pasado y su decisión de reconstruir el cometido de Rosales. El desafío que se propuso no era para nada sencillo sino que, muy por el contrario, estaba lleno de riesgos y de problemas complejos de resolver.

Existencias
Tipo de ítem	Biblioteca actual	Signatura topográfica	Estado	Fecha de vencimiento	Código de barras
Monografías	Biblioteca Central	ADICA 0152 2013 (Navegar estantería(Abre debajo))	Disponible		03711

Navegando Biblioteca Central estanterías Cerrar el navegador de estanterías (Oculta el navegador de estanterías)

Previo								Siguiente
Previo	ADICA 015 2010 Chile en la Concertación (1990-2010) : una mirada, balance y perspectivas	ADICA 0150 2011 Los sinsabores del verdadero policía	ADICA 0151 2003 Dos años de ... soledad y esperanza	ADICA 0152 2013 Francisco Javier Rosales Larraín : personaje irreverente e ilustrado, Decano de los diplomáticos en París	ADICA 0153 2009 ¿Quién mató a Cristián Kustermann?	ADICA 0154 2007 La fuerza del amor hacer el bien . Las mujeres en la Guerra Patria	ADICA 0155 2008 Corsarios de Levante	Siguiente

Biblioteca ADICA

El autor de este libro quiso romper ese silencio y rescatar la vida de una figura con la que, por su dedicación a la diplomacia, sintió una espontánea y natural vinculación. Creo que también pesó en su determinación –aunque tal vez de manera inconsciente– la particularidad de que los diplomáticos, al desempeñarse en una actividad que se ajusta en parte a convenios, declaraciones, tratados y acuerdos forjados a lo largo del tiempo, aprecian el valor de la historia diplomática. Es posible que esta familiaridad con ella sirva para entender la valentía intelectual con que Fernández Daza se aventuró en el pasado y su decisión de reconstruir el cometido de Rosales. El desafío que se propuso no era para nada sencillo sino que, muy por el contrario, estaba lleno de riesgos y de problemas complejos de resolver.

Haga clic en una imagen para verla en el visor de imágenes